A lo largo de nuestra vida, todos hemos utilizado nuestra imaginación para escribir un cuento, pero el que os vengo a contar hoy es muy especial. Pues bien, se trata de un cuento de creación propia que me he inventado a partir de una obra pictórica de Fernando Botero. Me parece super interesante esta propuesta de actividad, ya que nos dejamos llevar por la imaginación y llegamos a crear cosas maravillosas, os dejo con él:
"Grope delaware famille"(1932-1959, Colombia).
"EL CUMPLEAÑOS DE BENITO"
Una calurosa mañana de verano, la familia Delaware decide ir al Río Tormes, ya que era el cumpleaños del pequeño de los hijos.
Antes de ir al río, van al supermercado a comprar comida para llevarse allí y pasar el día juntos rodeados de la flora y fauna que tanto les gusta a todos.
Llegan al supermercado y a Benito se le antoja un bote de patatas para la merienda, su mamá le dice que elija otro, ya que el que ha cogido es de plástico y es perjudicial para el planeta. Benito acepta y coge uno que es de vidrio. Su hermano mayor, tiene más conciencia ecológica y coge los alimentos con ciertos envases que favorecen al medio ambiente. Pasan por caja y se van andando al río, ya que no les cae muy lejos del supermercado.
¿Pero, cuál fue la sorpresa? Cuando llegaron al merendero donde se disponían a comer estaba todo patas arriba. Había botellas tiradas en el suelo, todo lleno de barro, ya que había llovido el día anterior y envoltorios de varias cosas. Pero lo que si había era, como unas papeleras con bolsas y guantes para recoger las heces de los perros.
Benito tuvo una idea genial:
-¡Antes de comer, nos pondremos a recoger la basura!
Se pusieron los cuatro mano a mano a limpiar el lugar, pero no quedó ahí la cosa, todo el mundo que por allí pasaba, también se unía a esta magnifica iniciativa de Benito.
En poco menos de una hora, quedó todo recogido y limpio y pudieron disfrutar de la comida en ese entorno tan maravilloso que tiene el río Tormes.
Paco, el padre de los niños y marido de Rosaura, decidió darle a los niños crema solar para protegerlos de las elevadas temperaturas, ya que empezaban a subir más aún en plena tarde.
Benito empieza a bailar como síntoma de que se hace pis, y tiene la mala idea de hacerlo dentro del agua, pero los padres no se percatan, ya que están comiendo pipas y tirándolas al suelo. Cuando vuelve de hacer pis les echa la bronca porque el suelo está lleno de cáscaras, que además de ensuciar todo, se las pueden clavar los bañistas cuando entran en el agua. Proceden a limpiarlo los dos y a meterlas en una bolsita de las de los perros.
Cuando todo queda en calma y los cuatro miembros de la familia están relajados... ¡Aparece la tía de Benito con un regalo! Era una caja bastante grande. Benito se queda asombrado al comprobar lo que había dentro. ¿Os imagináis que podía ser? ¡Era un bonito perro marrón y negro!
El motivo de ese regalo fue que Benito tenía una pasión abrumadora por los animales y desde pequeñito había querido tener un perro. Lo mejor de eso era que "FIFO" así lo llamó, era un perrito adoptado, para que Benito y su familia lo cuidasen, ya que hay muchos en las perreras y así al adoptar estás haciendo un magnifico bien a la sociedad y ayudando a un animalito.
La tarde finaliza con un paseo todos juntos por el Tormes, disfrutando de FIFO.
¡Espero que hayas disfrutado mucho del cuento, tanto o más que Benito con su amigo FIFO!
¡Atreveté a inventARTE tu propio cuento!
¡HASTA PRONTO QUERIDOS LECTORES!
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